Fin de la Travesía... (Papa Bills Sta. Fe)

Ese mismo día que llegamos de nuestro super viaje por la ruta Maya después de 3,750 km nos esperaba una cena en Santa Fe con los amigos. Fue un buen cierre de viaje, amigos que no veía de hace tiempo porque no viven algunos ya en México o estudian en otras escuelas un poco lejos y un par de botellas de Vodka para relajarse un poco... el viaje estuvo máaaaas que increíble, quiero volverlo a hacer pero ahora con más tiempo (tal vez un poco más de presupuesto) y un poco menos turístico... visitar lugares un poco más remotos y poco explorados. Realmente este país tiene cosas que desconocemos y que vale la pena conocer.

No sé si tenga fotos de ese día, pero voy a hacer un poco de research y si consigo, aquí las pondré. Ese día fueron Mar, Pelón, Claris, Paulis, Mónica, Cardy, Ángel, Cass, Antoine y yo. 2 Botellas del mejor vodka (Götland), obvio y Cardy no sólo ya no estaba en condición que manejar a Puerto Escondido (como era la idea al dia siguiente), sino siquiera de manejar de ahí a su casa!!! Jajaja, ay Cardy, si sobrio es gracioso, ebrio es de lo mejor... te quiero! El caso es que cuando Cardy me dijo que iba a Puerto para año nuevo recordé que las finalndesas iban a hacer lo mismo, así que primero lo "abofetée" (no, no es cierto) para que más o menos me pelara porque ya el alcohol había hecho estragos en él y luego le dije que seguro iba a conocer a 2 finalndesas desmadrosas, Ira y Varpu... pero perdí a Cardy a mitad de la frase, realmente ya no dio para más, jajaja.

Al final ya sólo quedábamos Mónica, Paulis, Antoine y yo. El alcohol ya también la había afectado a Paulis... qué diablos! A mí también! y tenía que manejar todavía caray! Peor bueno, mientras Paula le decía a Antoine que en México la iglesia era el estado dentro del estado (sí, fue mucho mucho vodka, jeje) , Mónica y yo nos reíamos un poco de esa conversación y al mismo tiempo yo servía las últimas gotas de esa linda botella en mi vaso...

Fue una buena bienvenida al final...

Sin embargo, ahí no acabó el viajar ya que al día siguiente nos fuimos a Taxco para no perder la costumbre, jeje. Una pequeña llamada a Ernesto, otro buen amigo, y quedó listo el plan para el día siguiente.